sábado, 24 de octubre de 2015

Yogyakarta


Todavía desconozco si el nombre de Yogyakarta tiene algo que ver con Yakarta, pero no identifiqué ninguna conexión además de la fonética.


La otra similitud es que ambas ciudades quedan en la isla de Java, Indonesia, y son visitadas por los turistas, sin embargo, con distintos motivos.

Yogyakarta

Esta ciudad es de las más atractivas para el turismo en la isla de Java, pero hay que aterrizar las expectativas porque está muy lejos de la vecina isla de Bali.

Yogyakarta tiene una buena oferta hotelera, buenos restaurants y transmite una atmósfera "hippie-sesentera" + "media-reggae", en fin, bastante amigable. Sin embargo, los principales atractivos está fuera de la ciudad.

Cómo llegar

Avión

Existe aeropuerto nacional que está a unos 30 minutos de la ciudad si no hay tráfico.

Esta condición puede esperarse sólo entre las 0 hrs y las 5 AM, ya que Java es una isla donde predomina el Islam, por lo que las mezquitas comienzan los cantos muy temprano y toda la gente se mueve en auto o moto.

La línea aérea local es Garuda Airlines y también hay vuelos de Air Asia muy económicos.

Tren

La isla de Java tiene buena conexión de trenes, los cuales están muy bien equipados.

Nosotros viajamos cómodamente desde Yakarta a Yogyakarta en 8 horas. El tren salió puntualmente, no tuvo retrasos y tiene aire acondicionado. El aire va bastante fuerte, así que conviene llevar abrigo y calcetines.

Buses

No sé cómo son los buses para moverse por Java, pero sí vimos muchas agencias de turismo que ofrecían buses o minivan para ir a los volcanes o parques cercanos.

Hay muchas ofertas para ver parques al este de Yogyakarta en Java, que después terminan en el puerto donde está el ferry a Bali.

La ciudad

A mí no me gustó mucho, principalmente porque no es una ciudad agradable para caminar.

Yogyakarta es de esas ciudades en que es normal que la vereda se acabe, sea estrecha, tenga hoyos o esté interrumpida por comercios de ropa, de comida, etc.

Tal vez sea este el motivo por el cual la gente prefiere andar en moto o auto, con la contaminación y tráfico que eso implica.

Existen dos polos de turismo aquí. El primero es la calle Malioboro, que está cercana a la estación de trenes y donde están los mejores hoteles de la ciudad (varias cadenas internacionales).

El segundo polo queda hacia el sur de la ciudad, en la calle Prawirotaman. Esta calle está más alejada del centro (aunque se puede ir caminando en 30 minutos) por lo que es más tranquila.


Nosotros nos quedamos en Prawirotaman y nos gustó mucho, porque es una calle donde hay muchos restaurantes buenos (limpios, buena comida y baratos).

En esta misma calle hay varias agencias de turismo que ofrecen paseos a distintos destinos. Si bien ofrecen tours a cualquier parte de Indonesia, nosotros tomamos los tours a los lugares cercanos que se podían conocer durante el día.

Los tours que no tomamos fueron los que van al volcán Bromo, ni al otro volcán de lava azul. Al primero porque sólo era un volcán y al segundo porque para ver la lava azul hay que quedarse a dormir en la selva y nos pareció inhóspito.

Prambanán

El Prambanán es el tempo hindú más grande de Java. Está ubicado hacia el lado del aeropuerto, a una hora del centro de Yogyakarta, frente a una mezquita y junto a un tempo budista.


Esto último lo menciono porque hay que entender la historia de Java.

Esta isla es muy grande y muy vieja, por lo que ha vivido un montó de gente y ha sido testigo de muchas batallas y cambios de credo.

Seguramente había alguna religión original, después llegó el budismo, después el hinduismo y se turnaron un poco. Luego apareció el islam, religión que finalmente fue adoptada por el 90% de la isla.

Afortunadamente aún queda las ruinas de los templos de las otras religiones.

Las paredes del Pranbanán están decoradas con representaciones de los príncipes de Java y otros motivos. Reconozco que no hice muy bien la tarea y que no los entendí mucho, aunque en mi defensa había que hacer la tarea con Wikipedia porque en el mismo templo no hay audio guías ni textos.

Están los guías voluntarios, con los cuales se negocia antes el precio, pero no me convencieron mucho cuando los veía con otros turistas.




Dentro de cada templo están las esculturas de los dioses principales del hinduismo (representaciones de Shiva, Brahma y Vishnu) y sus hijos (otros tres, entre ellos el simpático Ganesha abajo).


Los templos son poco atractivos en color, pero son muy grandes, muy antiguos y terminó siendo un paseo muy agradable porque están rodeados de mucho verde. Además, hay bastante tiempo para caminar y descansar.


Pro Tip: No recuerdo el precio de la entrada, pero recuerdo que era más barato si se compraba el combo Prambanán + Borobudur, para visitarlos en el mimo día o en días consecutivos.

Ramayana Ballet

El ballet Ramayana es un imperdible y me atrevo a decir que, si hay tiempo, vale la pena visitar Yogyakarta sólo por ir a este espectáculo.


Hay que comprar las entradas con tiempo, porque se acaban. Las venden en la mayoría de las agencias de turismo y hay 4 clases.

Conviene la primera clase, que es la segunda más barata, (segunda, primera, otra que no me acuerdo y VIP) porque se ve bien y está ubicada en altura, lo que permite ver el Pranbanán iluminado en el fondo durante el espectáculo.

Los asientos son de concreto, por lo que se recomienda llevar una manta y además se pueden arrendar unos cojines, tan baratos que si se quiere estar más cómodo se pueden poner dos.


El ballet consiste en la historia de los príncipes de Java: la princesa es raptada y el príncipe busca recuperarla. Para lograrlo, suceden muchas cosas que se explican en un brochure en casi todos los idiomas.

No es un ballet clásico, sino que tiene el estilo particular de la isla. El ballet es acompañado por la música en vivo que se ubica detrás de los bailarines durante toda la obra.


Borobudur

El templo de Borobudur es el templo budista más grande del mundo. Está ubicado a menos de dos horas de Yogyakarta y, junto al Pranbanán, es uno de los principales atractivos de la zona.


El templo consiste en noventa y tantas estatuas de budas coronando una montaña, los cuales están tapados por campanas de piedras para protegerlos.


Cuentan las historias que cuando llegaron los no budistas (ingleses, holandeses o cualquier otro emperador local), tomaban algunas de las figuras y las llevaban a sus palacios.  Por este motivo, hay muchos budas descabezados. Afortunadamente están trabajando intensamente en su reconstrucción.


Algunos de los budas han sido descubiertos de sus campanas intencionalmente para mostrar qué hay por dentro. Obviamente uno se puede asomar para ver el interior, pero ahí uno puede ver los que les faltan la cabeza u otros miembros debido, principalmente, a terremotos.


Lo otro simpático de este templo, es la gran cantidad de visitas indonesias. Muchos de los visitantes son viajes de estudios de colegios y algunos de ellos vienen con tarea. Están obligados a conversar con los turistas para practicar el inglés, incluso algunos deben llenar un cuestionario.


Lo otro típico de visitar Borobudur es que uno se siente rock star porque a algunos indonesios les encanta sacarse fotos con extranjeros. Si bien también sucede en otros lugares, nunca nos habían pedido tantas fotos como aquí. 

Para cerrar dejo otras fotos del Borobudur, que me gustó mucho.


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