martes, 22 de diciembre de 2015

Om Ham Retreat: Hotel & Yoga en Ubud, Bali




En Indonesia las religiones son diferentes en cada isla y en cada una están muy marcadas. Las islas de Java (donde está la capital), Sumatra y Borneo son musulmanas, isla Flores es predominantemente católica y Bali es en su mayoría hindú.

Por eso, no es raro que las personas que viven en Bali compartan aspectos culturales con India, entre esos la práctica del yoga.

Cuando visitamos Ubud, tuvimos la suerte de reservar en un hotel nuevo, que no tenía muchas recomendaciones hasta ese momento, aunque todas positivas. Pensábamos que se llamaba "Om Ham Resort", pero el nombre correcto era "Om Ham Retreat" y se trataba de un "Hotel Yoga".

El Om Ham Yoga Retreat

Está de más decir que no me pagaron nada por hacer este artículo, pero me gustó tanto el lugar que me pareció una buena forma de recordarlo y recomendarlo por si algún amigo o amiga yogui anda por el barrio.

Hay que aclarar que el hotel y las clases de yoga se venden por separado y lo bueno es que cada aspecto es bueno incluso por sí solo.

A nosotros nos gustó mucho el hotel, por sus vistas, su silencio, su sala de masajes y su piscina. 

Inmersos en esta atmósfera de paz, tomamos un par de clases de yoga para conocer al famoso gurú. Así, conocimos gente que hacía lo opuesto a nosotros, iba ahí por las clases de yoga y aprovechaba de quedarse un rato en el hotel.

Contacto:

El Gurú y sus clases de Yoga

El gurú se llama Ketut Arsana y habitualmente se le ve en el restaurant con su familia. A primera vista parece un viejito con mirada grave pero que sonríe como lo haría el dueño del negocio.

Conversando con otros pasajeros del hotel, supimos que el Gurú ha viajado varias veces a la India y que es considerado un sanador y ahora abrió este hotel donde puede dar clases de yoga kundalini tantra y ser guía espiritual del club.


Hay que aclarar que la parte del tantra no tiene que ver con nada sexual, y a pesar de que no sabíamos bien de qué se trataba, nos inscribimos a un par de clases.

Se realizan dos clases de yoga kundalini tantra al día, una a las 7 de la mañana y otra a las 5 de la tarde, además hay una clase de meditación al día, como a las 4 de la tarde.

Las clases son realizadas por distintos profesores y sólo la clase del domingo en la mañana es realizada por el Gurú, que es un poco más cara: 150.000 IDR ($10 USD) por persona, el resto de las clases 100.000 IDR ($6 USD).

A pesar de su barba blanca, la pinta de viejo desaparece cuando el gurú se presenta a la clase y se ve que al menos a él el kundalini tantra le funciona. Es una persona delgada pero muy enérgica, con los músculos de los brazos muy marcados y mucha fuerza.


La clase comienza con una breve introducción de kundalini tantra yoga para los nuevos, donde explica que los importante de la clase será la estimulación de glándulas y no nos preocupáramos por la flexibilidad en ese momento, sino mantener el movimiento para generar el calor necesario y que nos haríamos más flexibles con la práctica.

Luego ofrece la palabra para contestar preguntas de los practicantes de yoga. A mí se me ocurren preguntas del tipo: ¿cuáles son las glándulas que se activan? ¿cada cuánto es recomendable practicar este tipo de yoga al principio? etc. Pero como era pajarito nuevo no me atreví a preguntar nada.

En eso, una señora con algunos kilos extra, que se notaba que iba frecuentemente y que adoraba al Gurú, levanta la mano y pregunta: "¿Cómo nos afecta la energía de la Luna?". Yo me reí a carcajadas por dentro y sólo sonreí por fuera. Por la cara que puso el Gurú, intuyo que tampoco esperaba una pregunta tan random como esa. Se mostró muy político y respondió cualquier cosa, cerrando con algún consejo de vida.

Los ejercicios, como casi siempre en yoga, son sencillos pero agotadores en su insistencia (nosotros sólo podíamos hacer día por medio para poder recuperarnos). Algunos similares a los que he practicado en Chile; otros distintos, como girar con el brazo extendido mirando el pulgar.

En la parte final, donde se descansa de espaldas, el gurú se pasea y te toma el cuello y te lo hace sonar (al menos a mí y a un par más). Nunca me habían hecho eso, es raro pero uno siente que el cuello le queda más derecho, al menos por un rato.

Para cerrar, una "ayudante" del gurú toca unas ollas mientras todos descansan y hace sonar una campana para avisar que ya terminó (una foto aquí[+]). Ella deja lentamente sus instrumentos en el suelo y permanece sentada, luego levanta los brazos, cierra los ojos y muy despacio los baja hasta tocar su frente, como impregnándose de la energía en el ambiente y finalmente se abraza. Un espectáculo.

¡Ah! Se me había olvidado que mientras estábamos haciendo los ejercicios esta misma ayudante hizo alguna posición en que las glándulas se le activaron más de lo normal y se puso a llorar como si le hubieran contado que falleció la mamá. El Gurú se acercó, le hizo unos arreglos tipo Señor Miyagui y la pobre se recuperó. Menos mal.

Yo sé que lo anterior tiene que ver con la apertura de los chacras, pero la verdad es que el único chacra que conozco es Chacras de Coria, donde están los boliches en Mendoza, así que me voy a excusar y sólo sonreír al respecto.

El Hotel

Ubicación

Está ubicado a 10 minutos cerro arriba desde centro de Ubud. Tan lejos que el hotel ofrece servicio de traslado gratuito cada una hora hacia la ciudad, pero lamentablemente funciona sólo hasta las 13 hrs.

Después de las 13 hrs se puede pedir un taxi. Como nos quisimos ahorrar el taxi, bajamos caminando haciendo dedo (auto stop) y nos llevaron tanto a la ida como a la vuelta.


Como está lejos del centro, se pueden ver paisajes muy bonitos de las terrazas de arroz que rodean al hotel y se pueden escuchar esos sonidos que sólo se oyen cuando no hay ruido: el croar de las ranas y el viento. Si se tiene suerte, como nosotros, incluso se pueden ver luciérnagas en la noche.

Las instalaciones

Sin duda, lo que más destaca del hotel mismo es su piscina. Más encima, es una piscina mágica porque está llena de minerales y tiene propiedades curativas. "Healing pool" le llaman, como en la película Cocoon.


El hotel también tiene una pequeña sala de masajes, que nosotros no aprovechamos pero tenía buena pinta. Nada de esos sillones públicos, habitaciones para dos personas para masajes (nada de happy ending aquí) de diversos tipos y tratamientos de belleza.


Las habitaciones pueden parecer un poco sencillas, pero son espaciosas y lo que en verdad les falta son los artículos electrónicos (ninguna tiene TV). Tiene sentido, después de todo es un retiro.

Hay un restaurant muy bonito y bien atendido, con terraza en el segundo piso. La comida era buena, muy natural, pero un poco cara.

Para terminar, está el lugar donde se practica yoga y meditación. Está en el cuarto piso, techado pero abierto para disfrutar la vista de los campos de arroz y el aire limpio.

Al final el lugar en general nos gustó mucho, así que si alguien está buscando un lugar para descansar, relajarse y practicar el kundalini tantra yoga en la zona, la invitación queda hecha.



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