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A un poco más de media hora desde Paraty, y a sólo R$3 el pasaje en autobús, se encuentran las maravillosas playas de Trindade. O Trinidad, en español, pero allá le dicen "Trindachi".
Los buses salen desde el terminal de Paraty cada una hora. Es mejor informarse antes de la hora exacta, para no tener que esperar 59 minutos. Por suerte nosotros sólo esperamos 40.
Me cuesta un poco describir este lugar. Uno llega a un caserío, donde hay algunos restaurants y tiendas donde la tendencia está marcada por cosas Bob Marley y el ambiente surf. Y no estoy haciendo una metáfora.
Poleras de Bob Marley, posters de Bob Marley, pinturas y artesanías de Bob Marley, etc. No entendí bien cuál era la relación, pero el reggae pegó fuerte en este lado del mundo.
A poco andar, uno deja las tiendas atrás y se encuentra en la ruta a las playas. Mientras más playas conozco, más me gustan las de Brasil. Primero porque son amplias (en largo y ancho); luego porque tienen arena fina y blanca (que es agradable al caminar y no te quema los pies); y finalmente porque están rodeadas de naturaleza.
El circuito en Trindade está compuesto por 4 playas distintas. Entre cada playa hay que caminar unos 20 minutos por la selva brasilera. Cada trayecto incrementa un poco la dificultad, así que eviten ir detrás de los viejitos porque el camino es estrecho y no podrán pasarlos.
Las tres primeras playas cambian entre ellas, principalmente, por su orientación hacia el mar y la respectiva posición para tomar sol. La última playa le llaman la piscina natural y parece ser que es el gran atractivo turístico del lugar.
Yo soy de los que piensan que no es necesario llegar a la piscina natural, ya que me decepcionó un poco. Efectivamente es una formación de piedras que encierran un pozo de agua, pero lamentablemente no hay donde dejar las cosas, porque todo está cubierto de agua. Además, la profundidad de la piscina es de 1,20 mts, lo que da la impresión de agua estancada. Se ve un poco sucio. Si fuera de nuevo a estas playas, no iría a la piscina natural.
Aún así, el conjunto de playas es espectacular. Otra ventaja importante, pero supongo que esto se debió a que fuimos en temporada baja, es que no hay mucha gente. Si bien hay turistas locales y extranjeros, éramos pocos. Así, no era un problema buscar dónde ubicarse en la arena y se podía descansar tranquilamente con un radio de 10 mts de soledad. Mejor, imposible.
La verdad es que Bob Marley se quedaba en el pueblo. Y el surf también porque si bien habían algunos haciendo bodyboard o surf, las olas no eran las mejores. Una vez que uno entraba al sector de las playas, cada uno iba por su cuenta.
Así que ya saben, si andan por el barrio y les toca un día de sol, no lo duden, tomen un bus hacia Trindade y vayan a conocer sus playas porque, al menos en la categoría "Sin Stress - Pocos Turistas - Pocas Tiendas", son de las mejores del mundo.
A un poco más de media hora desde Paraty, y a sólo R$3 el pasaje en autobús, se encuentran las maravillosas playas de Trindade. O Trinidad, en español, pero allá le dicen "Trindachi".Los buses salen desde el terminal de Paraty cada una hora. Es mejor informarse antes de la hora exacta, para no tener que esperar 59 minutos. Por suerte nosotros sólo esperamos 40.
Me cuesta un poco describir este lugar. Uno llega a un caserío, donde hay algunos restaurants y tiendas donde la tendencia está marcada por cosas Bob Marley y el ambiente surf. Y no estoy haciendo una metáfora.
Poleras de Bob Marley, posters de Bob Marley, pinturas y artesanías de Bob Marley, etc. No entendí bien cuál era la relación, pero el reggae pegó fuerte en este lado del mundo.
A poco andar, uno deja las tiendas atrás y se encuentra en la ruta a las playas. Mientras más playas conozco, más me gustan las de Brasil. Primero porque son amplias (en largo y ancho); luego porque tienen arena fina y blanca (que es agradable al caminar y no te quema los pies); y finalmente porque están rodeadas de naturaleza.El circuito en Trindade está compuesto por 4 playas distintas. Entre cada playa hay que caminar unos 20 minutos por la selva brasilera. Cada trayecto incrementa un poco la dificultad, así que eviten ir detrás de los viejitos porque el camino es estrecho y no podrán pasarlos.
Las tres primeras playas cambian entre ellas, principalmente, por su orientación hacia el mar y la respectiva posición para tomar sol. La última playa le llaman la piscina natural y parece ser que es el gran atractivo turístico del lugar.
Yo soy de los que piensan que no es necesario llegar a la piscina natural, ya que me decepcionó un poco. Efectivamente es una formación de piedras que encierran un pozo de agua, pero lamentablemente no hay donde dejar las cosas, porque todo está cubierto de agua. Además, la profundidad de la piscina es de 1,20 mts, lo que da la impresión de agua estancada. Se ve un poco sucio. Si fuera de nuevo a estas playas, no iría a la piscina natural.
Aún así, el conjunto de playas es espectacular. Otra ventaja importante, pero supongo que esto se debió a que fuimos en temporada baja, es que no hay mucha gente. Si bien hay turistas locales y extranjeros, éramos pocos. Así, no era un problema buscar dónde ubicarse en la arena y se podía descansar tranquilamente con un radio de 10 mts de soledad. Mejor, imposible.La verdad es que Bob Marley se quedaba en el pueblo. Y el surf también porque si bien habían algunos haciendo bodyboard o surf, las olas no eran las mejores. Una vez que uno entraba al sector de las playas, cada uno iba por su cuenta.
Así que ya saben, si andan por el barrio y les toca un día de sol, no lo duden, tomen un bus hacia Trindade y vayan a conocer sus playas porque, al menos en la categoría "Sin Stress - Pocos Turistas - Pocas Tiendas", son de las mejores del mundo.
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