viernes, 14 de agosto de 2015

EXPO MILANO 2015



Aprovechando nuestra visita a Milán, no pudimos dejar pasar la oportunidad de visitar la EXPO. Desde que llegas a Milán, te das cuenta que la EXPO es un evento muy imporante así que fuimos a conocerla.



Antes de partir de viaje, había visto en Santiago el logo de la EXPO, pero no sabía qué era. Nos fuimos de Milán y no estoy seguro si lo averiguamos. Así que no puedo explicar en qué consiste la EXPO, pero sí voy a contar lo que vi.


Cómo ir a la EXPO

En todas las estaciones de Metro está bien señalizado como llegar. Sólo hay que tener cuidado al momento de subirse en el tren, porque es de esas líneas que se abren, por lo que tren por medio va a la EXPO.



El precio del pasaje de metro es un poco más caro. Para ir a la EXPO hay que pagar un poco más de 3 Euros y se puede comprar, al igual que todos los boletos de metro, en las máquinas que están en todas las estaciones. Si se compra un boleto de metro normal, está claramente indicado que NO es válido para llegar a la EXPO.

Una vez alla, hay que pagar la entrada a la EXPO. Hay dos tarifas generales, una que cuesta 39 euros si vas todo el día, y la otra que cuesta sólo 5 euros si vas después de las 7 PM.

Nosotros fuimos después de las 7PM que, además del precio, tiene la ventaja de que no está el calor insoportable. Los aspectos negativos son dos:
que las exhibiciones comienzan a cerrar a las 20 hrs y están todas cerradas a las 21 hrs.
que es absolutamente indispensable llevar repelente de insectos. Nunca había visto tantos zancudos (mosquitos) y es imposible irse sin que te piquen. No estoy exagerando, se pasa mal y es generalizado entre los asistentes.

Cómo es la EXPO

Yo pensé que era la EXPO Milán, pero la verdad es que es la EXPO de todos los países del mundo que quieran (pagar para) estar.



Te recibe un ejército de estatuas de frutas y vino, junto con una réplica de la Madonina. Esta réplica ayuda mucho, porque el original arriba del Duomo está muy arriba y uno no alcanza a verla bien.



Cada país tiene un "pabellón" donde muestra lo que quiera mostrar de su cultura y, por lo general, también tiene un quiosco o restaurant con comida típica de cada país. La EXPO es la prueba empírica que la cerveza es la bebida oficial de este planeta.



Deben ser unas 15 cuadras de pabellones y sus respectivos boliches. Destacan además una calle central que es transversal a los pabellones donde sólo hay stands italianos y el acceso al escenario de las funciones diarias del Cirque du Soleil.



Pienso que vale la pena ir, debe ser entretenido ir de país en país probando sus cervezas. Pero el tema de los zancudos es serio. Nosotros ni siquiera pudimos tomarnos una cerveza tranquilos porque teníamos que estar pendientes de matar bichos en las piernas y brazos. No éramos los únicos. Todos los que estaban comiendo en restaurants estaban a manotazos, para qué decir los que trabajan en la EXPO, y no sé cómo lo habrán pasado los asistentes al Cirque du Soleil.

Mi consejo para la EXPO: ir con un buen repelente y buena suerte.

El Pabellón de Chile

Me gustó. Y no sólo porque iba con la expectativa baja (después de haber visto en St. Petersburgo el horrible oso pintado para una exposición alemana).



Llegamos como a las 10 de la noche, así que no pude ver de qué se trataba el pabellón. Sin embargo, en el primer piso había una sala de ventas de productos chilenos y un restaurant que estaba lleno de no-chilenos probando nuestros productos típicos: empanadas, pisco sour y copas de vino eran los hot numbers entre los comensales.




Me sentí orgulloso porque era muestra auténtica de nuestros productos, presentados de forma impecable de cara al mundo.












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