miércoles, 1 de julio de 2015

Lost in Río: in drags we trust



Ud. leyó bien: DRAGS, no drugs. Aunque en adelante me referiré a ellas como "as meninas", con cariño.

No cuento ningún secreto si digo que:

  • En invierno, en Río de Janeiro oscurece antes de las 18:00 hrs.
  • En invierno llueve.
  • En Río hay travestis (as meninas).

Ya se hacen la idea. Salimos del aeropuerto y tomamos nuestro querido omnibus 2018 Executivo (Aeropuerto - Ipanema (Leblón incluso) por US$5). Esa noche nos quedaríamos en Lapa, para tomar un autobús desde el Rodoviario Novo Río a la mañana siguiente.

Al dejarnos en la parada más cercana, el conductor del bus nos recomienda tomar un taxi (para las 4 cuadras hasta la calle Mem de Sá) y nos dice que por ningún motivo saquemos el teléfono móvil en la calle. Le hicimos caso sólo en lo segundo. Así que, obviamente, nos perdimos.
Ahí andábamos deambulando por las calles de Lapa, con lluvia, oscuro, maletas, mochilas, tarjetas de crédito, notebooks, smartphones, cash. Todo lo que no hay que hacer.

Preguntamos a varias personas por la calle, pero no sabían que Rua Mem de Sá es la calle que cruza los arcos de Lapa, por la cual pasamos sin saberlo. Íbamos tan perdidos que llegamos a otra calle bien oscura con mucho autos estacionados, y de pié junto a los autos, meninas con paraguas.

No, no era un paradero de taxis colectivos como yo lo supuse. Nos dimos cuenta de eso por los pronunciados escotes, minifaldas, los 1,9 mts de altura y la voz de barítono de las niñas. Ellas, gentilmente nos indicaron que íbamos en la dirección contraria a la calle.

Al volvernos pasamos por las famosas escaleras de Selerón. A pesar de que nos habían dicho que por las noches esas escaleras eran muy peligrosas, no nos dio susto porque habían varias personas del lugar tomando cervezas en los bares al frente. Más susto me dio cuando, un poco más adelante, vimos a Ze Pequenho y su pandilla reventando petardos y jugando con otros tipos, más grandes, frente a una botillería. Creemos que éramos un blanco tán fácil, que les parecimos sospechoso.

Finalmente llegamos a nuestro Hotel. Hotel Mundo Novo se llamaba. En el mismo barrio de Lapa. Una puerta sencilla en la entrada siempre abierta. Una reja de seguridad después que se abría cuando el recepcionista apretaba un botón. El recepcionista detrás de un vidrio blindado, hablando a través de un micrófono e intercambiando llaves por la tarjeta de crédito a través de un cajón. Jail style.

O sea, no muy acogedor. Quizás sobretodo por el letro que decía: "En este Hotel está prohibida la prostitución con menores de edad." O sea:
  • Prostitución con mayores de edad: OK.
  • Sexo con consentimiento con menores de edad: OK.
  • Las dos juntas, eso sí que no.

Nos fuimos a encerrar a nuestra habitación, esperando no escuchar "ruidos molestos", no recibir una bala loca ni tener que ser testigos de una mexicana. No queríamos perder el bus del otro día dando declaraciones a la policía. Afortunadamente sólo fue nuestra imaginación y nada de eso pasó.

Así que ya sabe. Si anda perdido, no dude en consultar a las meninas y si le va bien en la noche de Lapa y quiere un lugar más tranquilo, ya sabe dónde puede llegar.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Ahora si, DONDE PONGO ME GUSTA A ESTA PUBLICACIÓN? me reí mucho jajaj, cariños a los dos :)

    ResponderEliminar
  3. Hola! acabo de ver tu comentario! jaja hazle retweet. Muchas gracias por tus saludos. Un abrazo para ti.

    ResponderEliminar